Toda estancia se rodea de 4 paredes y las de tu casa deben ser las mejores. El recibidor debe estar impoluto y el salón más. Si tus paredes están amarillentas por el tiempo, por el humo del tabaco, si muestran marcas de muebles o cuadros, si tienen alguna pequeña grieta o fisura sin importancia… el comprador siempre lo achacará a problemas de humedad o estructurales (siempre se ponen en lo peor). No dejes que te pillen en un renuncio revisando que todo se vea perfecto.